Sucede que te quiero



Sucede que te quiero, y porque te quiero, confío mi sonrisa en tus labios rojos y me dejo atrapar por el aliento tibio de tu besos blandos y jugosos.

Sucede que te quiero, y es por eso mismo que me dejo llevar por el sabor piel de tu cuerpo, por el olor a ti de tus senos miel, por el recuerdo añil de tus manos vivas.

Sucede que te quiero, y en el querer extraño de mis años viejos, me visto de niño dulce y juguetón, arrojándome marino en el querer extraño de tus viejos años.

Sucede que te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario